Se está celebrando en estos días la fase virtual del IV Congreso Internacional de Educación Mediática y Competencia Digital que culmina los días 30 y 31 en Segovia con una fase presencial.
En su presentación, nos plantean algunas cuestiones necesarias.
¿”LAVADO DE CARA” O “BROTES VERDES”?
¿Se pretende de verdad superar un enfoque de competencia digital limitado a formar ciudadanos competentes en el manejo de las TIC, y proponer una formación básica en TIC y medios que capacite a las personas paras ser críticas, libres y responsables en la sociedad digital?
Aun suponiendo que exista una verdadera voluntad de cambio en las instancias estatales, ¿Cómo van a asumir las comunidades autónomas el reto? ¿Cómo va a repercutir este nuevo enfoque en la formación universitaria de los profesionales de la comunicación y la educación? ¿Qué repercusiones reales va a tener en las aulas de cualquier nivel educativo?
Se necesitan planes y propuestas concretas y nadie mejor que educadores y comunicadores “a pie de calle” para ofrecerlas. ¡Pasemos a la acción!
Te pedimos que compartas en este congreso, y apliques en tu actividad profesional, tus ideas y sugerencias sobre la implementación curricular de la educación mediática y la competencia digital en cualquier nivel educativo y en la formación de los profesionales de la educación y la comunicación.
En Congresos, Eventos y en la cotidianeidad de los diversos planes que se implementan en los Centros Educativos o en las Comunidades de Aprendizaje, resulta curioso que no se suele aportar el imprescindible papel de asesoría que tiene la Inspección de Educación. Su presencia habitual en todos los centros educativos, con sus planes de actuación, son un elemento fundamental a considerar en las innovaciones o implementaciones que se necesitan para transformar las realidades que no están dando respuesta adecuada a cuestiones importantes de la ciudadanía en temas de Educación para la inclusión, ocio, equidad o cuestiones de asignación de roles.
Como en tantas ocasiones anteriores, contamos con la generosa y experta perspectiva que ofrece a esta cuestión María Antonia Casanova desde su dilatada experiencia en este campo profesional a nivel nacional e internacional. Una vez conocida la plataforma que ha creado A Contra + para uso en las aulas con un modelo inclusivo y que facilita el uso del cine en las aulas o en las salas de proyección locales, le hemos pedido que nos de su visión de lo que podría aportar la Inspección de Educación para ser parte de la solución a un tema muy controvertido desde hace años.
CINE
Y EDUCACIÓN
LA
INSPECCIÓN DE EDUCACIÓN ANTE EL DESARROLLO DE LA LOMLOE
La Inspección de Educación siempre ha desempeñado funciones esenciales para el correcto funcionamiento del sistema. Pieza clave para la conexión entre Administración y Centros docentes, al igual que para el conocimiento apropiado acerca de cómo se están comportando las nuevas normativas en su aplicación práctica en las aulas y, por lo tanto, sus consecuencias en la mejora real de la calidad educativa que llega a los estudiantes y que redunda, positiva o negativamente, en las posibilidades de un aprendizaje que ayude a su incorporación a la sociedad actual, con todas las exigencias que ello implica.Esta importancia se
incrementa en los momentos de implementación de nuevas leyes, sobre todo cuando
estas inciden en la estructura del sistema o en modificaciones sustanciales del
diseño curricular y organizativo de los Centros, como ocurre actualmente con el
desarrollo de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se
modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (en adelante,
LOMLOE).
En consonancia con las
modificaciones innovadoras que propone la LOMLOE, cobran especial relevancia las
funciones de orientación y mediación, tanto relacionadas con los equipos
directivos como con los docentes que protagonizan los procesos educativos, dado
que son ellos los que deben actualizar su modo de enfocar el currículum
adoptando las competencias como eje de su diseño y aplicación, generando
situaciones de aprendizaje que favorezcan su adquisición e incorporando
estrategias metodológicas y de evaluación que permitan el dominio de las mismas
por parte de todo el alumnado, convirtiendo en accesible cualquier tipo de
aprendizaje para atender a la diversidad de situaciones personales y grupales
que se planteen en las aulas y logrando, así, una educación y una sociedad
inclusiva y equitativa, como aspiración educativa esencial.
Sin olvidar, por supuesto,
que estas funciones también se dirigen al conjunto de la comunidad educativa,
pues la implicación de todos sus sectores será fundamental para el logro de las
metas propuestas.
Son cambios profundos, en
los que la Inspección de Educación puede y debe jugar un papel fundamental,
como factor nato de innovación, para alcanzar las metas que se proponen
legalmente.
El cine, como estrategia
metodológica y recurso educativo
Parece admitida de forma
general la necesidad de que el profesorado y el alumnado de cualquier nivel,
estén actualizados en cuanto a alfabetización mediática e informacional (AMI).
Pero, por si alguien todavía no estuviera convencido, los tiempos de pandemia y
confinamiento que hemos pasado -y que todavía no han terminado totalmente- han
puesto en evidencia la importancia decisiva del dominio de las tecnologías de
la información y la comunicación para continuar la vida en situaciones
críticas.
No obstante, hay que tener
en cuenta que la AMI no es solo el uso y dominio de las TIC, sino que también
abarca todo tipo de medios de comunicación como puede ser la televisión, el
cine, la prensa, la radio, etc. y que, por lo tanto, todos estos medios pueden
y deben formar parte de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, si se
quiere, efectivamente, que la ciudadanía sea competente en su utilización
crítica y creativa, de modo que sea capaz de interpretar los mensajes que le
llegan a través de los mismos, a la vez que, igualmente, sea capaz de crear
otro nuevos.
En este sentido, parece
obvio afirmar que esta alfabetización debe estar presente en los centros
docentes.
Si, además, hacemos
referencia a las situaciones de aprendizaje que los docentes deberán generar en
las aulas para contextualizar y favorecer el aprendizaje y el dominio de las
competencias establecidas, el cine contribuye eficaz y eficientemente a ello,
pues constituye un elemento sumamente atractivo para todos nosotros y, por
ello, estimulador de la curiosidad y el interés de los estudiantes, colaborando
de esta forma a captar la atención hacia la problemática que se plantee a
través de las películas proyectadas.
¿No sería interesantísimo
crear una situación de aprendizaje en torno a un film de claro interés para plantear
alguna de las competencias o los saberes básicos previstos? Creemos que sí. Que
sería un recurso metodológico rompedor y sugerente que, con seguridad, el
alumnado aceptaría y trabajaría con entusiasmo.
La Inspección, la AMI y el
cine en la educación
¿Qué puede hacer la
Inspección de Educación para que la AMI sea un hecho real en los centros
docentes?
Desde su papel orientador,
puede realizar una tarea decisiva de impulso para renovar las estrategias y los
recursos metodológicos que se utilizan habitualmente en nuestras aulas. No
digamos que son nuevas, pero sí que no están generalizadas como debieran.
Resulta bastante frecuente
escuchar al profesorado acerca de la dificultad de trabajar algunos aspectos
relacionados con la compleja realidad social que vivimos. Pero afirmemos que,
en muchas ocasiones, el cine los presenta extraordinariamente bien expuestos,
favoreciendo la discusión, el diálogo, el pensamiento crítico… de las alumnas y
alumnos casi de cualquier edad. Simplemente, hay que saber elegir entre la
multitud de títulos que nos ofrece la filmoteca actual.
En estos
momentos, se dan las condiciones tecnológicas y de conectividad que
permiten el acceso, en cualquier lugar de nuestra geografía, a una
amplia gama de películas de todo tipo, que pueden facilitar el trabajo de los
docentes y el aprendizaje de los estudiantes y, por ello, parece oportuno que
la Inspección de Educación se comprometa con su asesoramiento en planes
audiovisuales facilitando la difusión, animando y favoreciendo su entrada
en los centros, como medio idóneo de formación para todos los sectores de la
comunidad educativa: profesorado, alumnado, familias, personal no docente,
personal de las administraciones locales, etc. Es un camino ya explorado
con el plan de la Biblioteca Escolar, hoy en día incuestionable en la red de
centros educativos. En definitiva, para que el sistema se beneficie del
cine como factor de inclusión, equidad y aprendizaje de calidad de toda la
población, la función asesora de la Inspección de Educación puede orientar
en temas de legalidad vigente relacionados con la proyección en aulas, como ocurre
en el caso de los libros y sus derechos de autoría, de la adecuación de los
planes de centro a la alfabetización audiovisual y de la detección de la
necesaria formación de los docentes. Una asesoría que, en las visitas
habituales a los centros educativos, ayudarán a la mejora de esas proyecciones
que se están realizando y que en ocasiones no son parte de la Programación
General Anual, sino más bien fruto de cuestiones personales de cada docente y
que, por tanto, pertenecen a ese denominado currículum oculto.
La Inspección de
Educación se convertirá, así, en parte de la solución al tema de educación en
tiempos formales para el ocio y el pensamiento crítico de los futuros
ciudadanos, frente a los algoritmos que condicionan, de manera circular,
las elecciones de cada persona.
Madrid, marzo 2023