La semana internacional de Cine de Valladolid, ha presentado
en la sección Seminci Joven y Tiempo de Historia un documental muy apropiado
para trabajar en las aulas, titulado “The other kids”. Un documental rodado en Uganda, muy envolvente, claro, y que de forma amena narra lo que significa la
palabra fútbol para los niños ugandeses que ven en este deporte la posibilidad
de cumplir un sueño, el sueño de poder estudiar, necesitan ser buenos, ser los
mejores en futbol, para tener unas beca que les permita llegar a estudios
superiores.
Este ser buenos en futbol no está reñido con el compañerismo
y la vivencia del trabajo en equipo que para ellos es lo más importante. Su
entrenador da toda su vida por estos niños, el poco dinero que consigue
vendiendo cd’s en el mercado es para conseguir llevar algo de comida a los niños
que forman su familia, niños recogidos de la calle, abandonados por sus
familias, que recogen basura para poder ganar lo suficiente para llevarse algo
a la boca.
Con este mismo sueño, Anthony el entrenador, todos los días les
lleva junto al estadio de Kampala al lado de los vertederos de basura a
entrenar para que olviden el hambre y se centren en su sueño.
Estos niños tienen como referente a nuestros jugadores de la
selección, en concreto el pequeño Reagan, un niño de 6 años en el que Pablo de
la Chica, director de este documental, centra la mirada, tiene su corazón puesto
en Fernando Torres y en el trabajo de la selección española.
Un documental al que “Cero en conducta” y “ Educando al
futuro espectador” fueron invitados a través de su director Pablo de la Chica,
que después de la proyección abrió un coloquio con los asistentes, la mayoría
estudiantes de ESO y Bachillerato, que se mostraron muy interesados por la realización de este documental, por la
situación actual de estos niños, por la reflexión que les invita a hacer sobre
sus propias vidas y sobre como desperdician a veces el tiempo de estudio cuando
tienen todo…
Pablo de la chica nos habló también en este coloquio, de
toda la pericia que tuvo que realizar para conseguir también su sueño que se
puede ver por fin en las salas después de ocho años, en los que ha tenido que
hacer dos viajes a África, pasar de ser actor a convertirse en productor y
director, el premio que ha tenido tambien al rodearse de gente maravillosa como su equipo y todo el aprendizaje que ha tenido en estos ocho años y que sigue teniendo.
Este director nos ha ilusionado, nos ha puesto en la piel de
estos niños que sueñan ser buenos en un deporte para poderse financiar unos
estudios, nos ha trasladado a Uganda, hemos vivido a través de sus ojos, como la
miseria, el abandono, el hambre se olvidan cuando se disfrazan de sueños. Pablo,
gracias a tí y a tu equipo por recordarnos que los sueños son poderosos, te veremos pronto con un Goya en la mano.